Esta preocupación latía en la extraordinaria película “Mandarinas” (2013), del director georgiano Zaza Urushadze. El filme estuvo nominado al Globo de Oro y al Oscar en la categoría entonces denominada ‘mejor película extranjera’ y, en opinión de este crítico, merecía ambos premios. Urushadze falleció en diciembre de 2019 con solo 53 años, pero nos dejó una última y preciosa película que en España se estrena a partir del 12 de febrero y que lleva por título “Anton, su amigo y la Revolución Rusa”.
En esta ocasión nos traslada a una aldea ucraniana cercana a Odessa y al año 1919. Desde varias décadas antes habitan allí familias de origen alemán dedicadas a la agricultura, que emigraron buscando mejores condiciones de vida. Viven y conviven en paz, con independencia de la religión que practiquen y al margen de ideologías. Los pequeños Anton, cristiano, y Yasha, judío, son grandes amigos y Urushadze quiere mostrarnos a través de sus ojos infantiles las características de la auténtica amistad. Quizá porque solo ‘si nos hacemos como niños’ lograremos ese deseado mundo sin odio y seremos capaces de decir, como Yasha a Anton: “No me imagino un cielo sin amigos. Sin ti”. Pero la revolución bolchevique lo estropeará todo.
2 respuestas
Gracias, Alfonso Méndiz. Necesitamos hoy más que nunca historias positivas donde se construyan puentes.
Gracias!!!!