
La mayoría de los anuncios nos hablan de ideales muy teñidos de egocentrismo: nos animan a triunfar, a seducir, a llevar una vida cómoda; cifran la felicidad en ser admirados o deseados; en tener o en disfrutar. Éste que hoy os ofrezco no habla nada de todo eso. Habla de generosidad, de entrega, de dar lo mejor que tenemos –de darse, más que de dar-, y de sentirnos bien queriendo a los demás. Sobre todo, habla de la inocencia de los niños, de esa aspiración que todos debiéramos sentir por volver un poco a nuestra infancia. Y, allí, aprender a ser mejores.
Este anuncio fue realizado en Barcelona por la agencia Bassat & Ogilvy para la Asociación AFANOC (Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Cataluña), y recibió un merecido galardón en el Festival Internacional de Cannes en el año 2003.
A mí me alegró que lo premiaran. Porque es bueno que la publicidad diga también esto: “Hay más alegría en dar que en recibir”. Y este mensaje no lo oímos demasiadas veces en la publicidad.
2 respuestas
"Para entrar en el Reino de los Cielos habremos de ser como niños", sentenció Cristo.
Y es que con la mirada tierna, limpia e inocente de un niño, las cosas más hondas, profundas y divinas llegan el alma e impregnan la vida, la conducta, los deseos y las perspectivas de la persona.
"Dejad que los niños se acerquen a mÍ", dijo también cuando, llenos de buena intención, algunos pretendían que no molestasen al Maestro, obstaculizando el paso de unos niños hasta Él.
Solo si somos como niños, aunque humana, social y pragmáticamente eso esté mal visto o equivalga a haber fracasado en la vida, al alma descansará en la paz de una inocencia (que nó ignorancia), solo privativa de quiénes, venturosamente, desprecian o echan a un lado los triunfos sociales, económicos y de cualquier otro orden, delante de todo lo cual se sitúa el amor a Dios.
Gran Blog Alfonso!